Reflexión – Valorando la vida a través del arcano de La Muerte

Reflexión – Valorando la vida a través del arcano de La Muerte

Vivimos en una sociedad donde la tecnología nos mantiene en un estado de enajenación, pueriles, ingenuos e ignorantes, y  con ello aprendemos poco acerca de los ciclos de la vida. Sobre todo, de aquellos que tienen que ver con las transformaciones más profundas, con la muerte y el renacer. Pérdidas, duelos, crisis, fracasos, rupturas, conflictos, son enfrentados a través del culto de lo externo, la publicidad, las modas, dietas, gimnasios. Y es a través de esta ilusión, de la eterna juventud, que eludimos lo que tanto nos ha inculcado nuestra cultura: la evitación del dolor, la enfermedad, la vejez y por último la muerte.

No hay tiempo para detenernos y observar qué significa el paso inexorable del tiempo, y así, solo podemos enfrentar nuestra realidad a través de estados de ansiedad, depresión. Un inmenso vacío que se apodera de nosotros hasta llevarnos al suicidio.

La vida es lo que es, y en muchas ocasiones no es lo que deseamos que sea. Ahí radica la maravillosa incertidumbre que nos enseña a aceptar lo que ésta nos regala para nuestra evolución. Pero nosotros nos negamos a aprender, crecer y madurar. No nos comprometemos con la vida porque no nos comprometemos con nuestro crecimiento como individuos. Y ahí, por sorpresa, aparece la muerte en nuestra vida con sus diferentes disfraces, aunque a veces, llegamos a ser tan arrogantes que creemos que esto solo les pasa a los demás.

La muerte ya sea física o simbólica siempre nos lleva a un estado de conciencia mayor. Morir a viejas costumbres, creencias, siempre nos regala nuevas posibilidades. La muerte nos desnuda de la vestimenta, nos quita la careta, incluso nos despoja de nuestra propia piel, para mostrarnos nuestra verdad desnuda.

Sólo le pido a Dios que el dolor no me sea indiferente, que la resaca de la muerte no me encuentre, vacío, sólo y sin haber hecho lo suficiente.

León Gieco

Meditación

Enciende una vela, inciensos, aceites esenciales, si lo deseas, incluso puedes poner un ramo de flores en agradecimiento a la vida, por ejemplo, claveles blancos, que representan la paz y la pureza del ser que ya somos.

Observa la carta de La Muerte. Aunque lleve una armadura, como la que utilizamos para protegernos, solo la conforman huesos. Ella te dice que, tarde o temprano y sin importar nuestra condición, vendrá para acompañarnos en el nuevo amanecer. Imagina como serian tus últimos días de vida

¿Hiciste lo que verdaderamente debías hacer, o sea aquellos dictados que tu alma te susurró una y otra vez? ¿Te sientes feliz y en paz con la vida que te toco vivir? ¿Amaste y fuiste amada o amado? ¿Hubo generosidad en tus actos? ¿Dijiste todo lo que quisiste decir? ¿Honraste y agradeciste todas las vivencias que te aportaron todas las personas que pasaron por tu vida? ¿Aprendiste de las experiencias? ¿Te perdonaste y pediste perdón?

Tómate el tiempo necesario, y cuando regreses a ti, agenda un tiempo cada día solo para ti, para cuidarte, mimarte, quererte, conocerte. Eres el personaje más importante de tu vida.

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