El camino del mensaje en una consulta de Tarot

El camino del mensaje en una consulta de Tarot

La comunicación es un camino entre dos o más persones. Hay un gran espacio entre tú y tu consultante, aunque estéis sentados uno frente al otro. Y aún más espacio si consideras que lo que tú piensas y lo que tú dices son dos cosas diferentes.

Lo que expresas no es exactamente lo que tienes en tu cabeza y entre lo que tú dices y lo que tu interlocutor interpreta o entiende existe una mayor o menor diferencia, normalmente suele ser mayor.

Este es el camino de un mensaje:

  • Lo que se quiere decir. Enunciar lo que realmente se piensa no es sencillo en algunas ocasiones el torrente de ideas se agolpa provocando a veces, más confusiones que aclaraciones.
  • Lo que se sabe decir. Una lectura puede resultar difícil de interpretar y puede faltarnos la habilidad necesaria para realizarla de manera coherente.
  • Lo que se dice. El mensaje final que emitimos con nuestras palabras.
  • Lo que el consultante oye. Los mensajes que el consultante oye pero que no quiere aceptar.
  • Lo que el consultante escucha. Cuando el consultante está abierto a recibir el mensaje que le ofrece la lectura.
  • Lo que el consultante comprende. Si utilizamos un lenguaje técnico, difícilmente lograremos la conexión y el vínculo que necesitamos establecer con el consultante para que una consulta sea eficaz.
  • Lo que el consultante acepta. No todo lo que una lectura nos dice es aceptado por el consultante.
  • Lo que el consultante retiene. Las ideas principales de la lectura que el consultante es capaz de retener en su memoria.
  • Lo que el consultante es capaz de reproducir. El mensaje final de la lectura realizada que el consultante es capaz de reproducir a otra persona.

Por tanto, los mensajes que como tarotistas ofrecemos a partir de una lectura de tarot han de ser:

  • Adecuados. A los receptores y a sus diferentes sistemas representativos.
  • Claros. Los mensajes tienen que ser claros y comprensibles para las personas receptoras.
  • Precisos. La información tiene que ser real, autentica y objetiva.
  • Oportunos. Se tiene que emitir en el momento en que es necesario y en el contexto adecuado.
  • Atrayentes. Tiene que generar en el/la consultante una reacción positiva.

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