Texto de: Laura (@creciendoengaia)
Si le preguntáramos a diferentes personas qué es para ellas la felicidad, seguramente responderían cosas distintas. Y es que no a todos nos hace feliz lo mismo.
Anhelamos y buscamos incesantemente la felicidad sin darnos cuenta que es un estado que se encuentra ya en nosotros.
Nos han hecho creer que la felicidad llega, algún día (o no).
Yo soy de las que pienso que la felicidad no llega, la felicidad se trabaja, se curra. Y solo cuando lo das todo de ti, aparece. Pero no por arte de magia, sino a consecuencia de un trabajo personal consciente. Se dice que la felicidad son momentos puntuales pero para mí, estar en paz en mi interior es asimilable a un estado de felicidad y plenitud. Vivir de manera equilibrada en mi presente ya es felicidad para mí. Sin estar enganchada a mi pasado. Esperando con ilusión lo que está aún por venir.
Las creencias nos limitan, nos anclan en la insatisfacción. Las creencias nos posicionan en la rigidez, en la inflexibilidad. ¿Y acaso uno puede ser feliz en la rigidez?
Cuanto más flexibles seamos mentalmente más vamos a tolerar el mundo del otro, y más oportunidades tendremos para disfrutar de paz interior.
Es muy fácil culpar al otro por lo que hizo o no hizo, o al gobierno, o a la sociedad, es más sencillo eso que pararnos a observar qué nos ocurre a nosotros con eso.
Socialmente todo está enfocado para que sintamos que siempre nos falta algo, cuando en realidad estamos llenos de todo aquello que necesitamos verdaderamente.
¿Dónde pones tu foco? ¿Hacia fuera o hacia dentro? ¿ Cómo es tu diálogo interno? Porque la felicidad no es tanto lo que nos pasa sino cómo interpretamos lo que nos pasa.
Que estés bien 🌛🌕🌜
Laura atiende consultas de Tarot terapéutico. Puedes ponerte en contacto con ella a través de Instagram (@creciendoengaia)