Solo se puede amar de verdad, siempre y cuando los implicados estén dispuestos a ser heridos, pues una y otra vez ambos van a estar atravesando luces y sombras. La apertura de corazón requiere en primera instancia de bases sólidas. Tanto si tienes pareja como si no, te invito a tomar un tiempo para ti a solas y en silencio, toma la carta del Papa y la Sacerdotisa, sino dispones de un mazo puedes descargarlas de internet, así como también papel y lo que más te guste para escribir.
Puedes acompañarte de una vela, música suave, aceites esenciales o inciensos. Toma unas respiraciones.
Lo primero que quiero que hagas es que anotes en un papel todas las cualidades que quieres que tenga esa persona, como quieres que sea, que te gustaría vivir con el o ella y que proyectos te gustaría emprender juntos. No importa si tienes o no pareja.
Una vez realizada esta primera parte, toma otro papel en limpio, solo, que esta vez, vas a realizar un trabajo de introspección y vas a analizar si todo eso que deseas en el otro ya esta en ti también. Este ejercicio te hace ver si lo que buscas en el otro es complementar, aportarse cosas diferentes para enriquecer la pareja o si buscas a alguien que se responsabilice de tu felicidad.
Al margen de lo que se desea brindar o se espera del otro, se necesitan verdaderas conversaciones de almas.
Lo que te aporta el Papa, el contacto con el animus, esto es, el aspecto masculino del espíritu. Aquí nos encontramos con la parte intelectual, análisis y síntesis. Una persona afectuosa y altruista que proporciona estabilidad y consolidación. Perseverancia, enseñanza, sinceridad y comunicación. El Papa se muestra tal como es, siendo alguien que ya ha logrado separarse del padre y de la madre.
Lo que te aporta la Sacerdotisa, contacto con el ánima, esto es, el aspecto femenino del espíritu. Aquí nos encontramos con la inspiración, la sabiduría, la intuición, alguien que enseña a alcanzar la paz interior. Nutre, contiene y alimenta. Sin su presencia el espíritu del hombre no podría tomar forma.
Para construir una pareja duradera ambos han de comprometerse en un nivel psicológico – mental, emocional, material y espiritual. De esta forma no solo se puede alcanzar una vida armónica sino además poder crecer y evolucionar junto al otro.