Buena parte de la eficacia de una consulta de tarot se basa en las habilidades comunicativas verbales y no verbales del o la tarotista.
Es importante que un o una buena tarotista aprenda tanto a usar sus palabras adecuadamente como a “percibir” a sus interlocutores a través de su lenguaje verbal y corporal. No podemos iniciar una buena consulta sin observar qué tipo de mensajes verbales y no verbales nos está emitiendo el consultante.
Recordemos que si las palabras son el contenido del mensaje que emitimos, las posturas, los gestos, el contacto visual, la expresión y el tono de voz, son el contexto en que el mensaje que transmitiremos quedará enmarcado, y que todo junto dará sentido a nuestra lectura.
Es básico mantener coherencia entre aquello que decimos y el cómo lo decimos en una lectura de tarot. De esta manera estableceremos un grado de credibilidad y de confianza elevados entre el tarotista y el o la consultante.
Las lecturas en una consulta de tarot es conveniente que sean:
- Claras. Utilizar un vocabulario poco claro dificultara la comprensión de la lectura.
- Fieles. Fantasear no ayuda a mantener la credibilidad como tarotistas. Las lecturas tienen que ser reales y serias.
- Adecuadas. Incrementar el grado de angustia o ansiedad del consultante no le ayudará a avanzar en su situación.
- Atrayentes. Han de intentar generar en el consultante una reacción positiva o dar un mínimo de luz a su situación.