Las preguntas en el Tarot

Las preguntas en el Tarot

Toda comunicación es un puente con dos direcciones que nos permite el intercambio de ideas pensamientos. En una lectura es importante incrementar el uso de las preguntas. Las preguntas son una herramienta muy interesante para completar una lectura ya que nos ayudan a centrar la atención del consultante. En una consulta de tarot la calidad de las preguntas está estrechamente relacionada con la calidad de la respuesta que se ofrece.

Las preguntas pueden ser como una palanca que usas para abrir la tapa pegada de una lata de pintura… Si usas una palanca corta, quizás sólo logres romper la tapa. Pero si tienes una palanca más larga, o una pregunta más dinámica, puedes abrir la lata ampliamente y hasta remover todo su contenido…

Si aplicamos la pregunta correcta, y excavamos suficientemente, entonces podemos remover o sacar todas las soluciones creativas.

Saber hacer las preguntas adecuadas en un momento determinado puede ayudar al consultante en su proceso mental ante la situación que nos presenta. Como tarotistas tenemos que aprender a evitar las preguntas limitadoras y a sustituirlas por preguntas potenciadoras. Es decir, pasar de un marco de culpa a un marco de solución.

Las buenas preguntas son aquellas que:

  • Ayudan a pensar al consultante.
  • Centran el tema de la consulta.
  • Sacan a la superficie supuestos subyacentes.
  • Estimulan la conversación reflexiva.
  • Recogen información de calidad.
  • Ayudan a descubrir las necesidades y carencias del consultante.
  • Invitan a la creatividad en la búsqueda de soluciones.
  • Crean nuevas posibilidades.
  • Concretan objetivos.
  • Crean sintonía entre el tarotista y el consultante.

Algunas reflexiones entorno la importancia de las preguntas que realizamos durante una consulta.

  • La calidad de nuestro pensamiento se determina por la calidad de nuestras preguntas.
  • Las preguntas ayudan a la comunicación.
  • Utilizar las metapreguntas (preguntas sobre las preguntas).
  • Cuando se pregunta se tiene que tener claro cuál es el objetivo de la pregunta.
  • Cuando se hacen preguntas se tienen que tener en cuenta las posibles implicaciones que pueden tener las respuestas.
  • Cuando las preguntas que nos hacen no sean adecuadas tenemos que valorar la necesidad de contestarlas.
  • Pedir el objetivo de aquellas preguntas que no se concreten.
  • Tenemos que saber escuchar las preguntas y las declaraciones que hay detrás de ellas.
  • Es mejor no responder a preguntas cerradas.
  • Tener claro con qué objetivo se hace una pregunta.
  • Utilizar las preguntas para valorar la comprensión del mensaje emitido.
  • Siempre que sea posible es mejor que la respuesta a una pregunta la descubra la misma persona que la hace.
  • Es más fácil evitar las preguntas difíciles que manipularlas.
  • Prever las preguntas difíciles y tener preparadas tres respuestas automáticas.
  • Si no se sabe algo se tiene que reconocer.

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