La Fuerza. No vence el hombre por su fuerza física

La Fuerza. No vence el hombre por su fuerza física

Texto de: Carmen Miranda

Cada período de nuestra vida nos plantea nuevos retos para los que, en determinados momentos, no disponemos de la suficiente fuerza.

Para ello debes ser consciente de que todo aquello que te plantea la vida es porque lo puedes hacer. Solo es cuestión de tener confianza. Y para poder alcanzar esa confianza es necesario tener fe. La fe es una fuerza que emerge desde dentro, que nos impulsa a alcanzar nuestras metas y nuestros sueños, sin que por ello tengamos que desgastarnos. Créeme cuando te digo que a través de la fe serás capaz de enfrentar los problemas y situaciones difíciles que se presenten en tu vida.

Si sientes que en estos momentos la fuerza no te acompaña, te propongo el siguiente ejercicio. Para ello vas a tomar lápiz y papel.

Tomarás un tiempo para ti en silencio y en soledad, puedes acompañarte de música suave, enciende una vela, si lo deseas, prende incienso o un aceite esencial que ayude a relajarte.

Anota qué situaciones en tu vida te han llevado a perder la fe. Quizás decepciones. Quizás te esforzaste mucho y no lograste un sueño. Quizás diste mucho y recibiste muy poco. Duelos no resueltos.

¿Sientes dudas, miedos e inseguridad? ¿Qué pensamientos tienes al respecto?

Te recuerdo que cada pensamiento es energía que llega a los oídos del universo. No juzgues ni critiques nada. Cuando sientas que estás en paz y en calma con todo aquello que ha surgido, vas a tomar el papel y lo vas a quemar con la llama de la vela.

Ahora vamos a recuperar la fe que nos traerá las fuerzas necesarias, toma una carta de la fuerza de cualquier mazo. Si no dispones de ninguna puedes contemplar la que te sugiere este artículo.

Visualízate en el papel del personaje, ¿de dónde sientes que sale tu fuerza?

Cuando te hayas respondido, vas a imaginar que una luz blanca entra por tu coronilla y baja hasta tu corazón y ahí rompe en mil pedazos inundándolo todo de luz. Y di lo siguiente (puedes expresarlo verbalmente o puedes decírtelo interiormente): mis miedos no me limitan, todo es posible, despierto mi fuerza interior.

Cada vez que sientas que no tienes fuerzas para enfrentarte, o pienses que te falla la fe, haz este pequeño ejercicio de luz. Incluso puedes traer a la memoria la imagen de la carta de La Fuerza. Como sólo se trata de visualizar, puedes hacerlo en cualquier lugar o estando en compañía.

Todo lo que pidas en armonía y esté en sintonía con la evolución de tu alma, ya puedes contar con ello.

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