Tarot Morgan-Greer – Reseña

Tarot Morgan-Greer – Reseña

Un clásico imprescindible

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Autor: Bill Greer

Reseña de: Octavio Déniz

El Tarot Morgan-Greer es un clásico que sigue siendo valorado por muchos amantes de las cartas, entre los que me incluyo. Su autor es Bill Greer, y según su propio testimonio, en este tarot intentó seguir el patrón de colores de Paul Foster Case. Sea como sea, su idea fue crear una “reacción emocional inmediata a cada carta, antes incluso de que la imagen pudiera ser observada en profundidad”. Y hay que decir que lo logra. Este es un tarot donde los elementos visuales son poderosos, con imágenes que no se olvidan.

En líneas generales, sigue el esquema simbólico del Tarot Rider-Waite, lo que hace que sea muy fácil de interpretar desde el primer momento. La estética es muy “anos 70”, lo cual puede gustar o disgustar a algunas personas. Personalmente, debo decir que a mí me encanta.

Bill Greer creó este mazo en el campo, lejos de cualquier distracción, y ciertamente, las imágenes tienen una cualidad meditativa. Con personajes que a veces parecen estar reflexionando sobre sus acciones, más que realmente actuando.

Muchos personajes están retratados en lo que cinematográficamente definiríamos como un plano medio y a veces, en primer plano. Aunque también hay otros que se muestran de manera completa. De este modo, y debido a que este tarot fue uno de los pioneros en eliminar los bordes, uno siente que está “dentro” de la acción. Hablando casi con los individuos aquí representados.

Algunos de los personajes de este Tarot tienen una apariencia andrógina, como es el caso de los Pajes, o el individuo que nos sonríe en el 9 de Copas.

Destacaré algunas cartas en particular:

  • El Loco es una carta deliciosamente dibujada. Con su pluma roja y su corona de laurel, sosteniendo una rosa blanca y acompañado de su perro blanco. Aquí no vemos el precipicio a sus pies, por lo que quizás él no este no esté tan loco. Sea como sea, es uno de los Locos más icónicos del Tarot.
  • Lo siento, pero la Suma Sacerdotisa no me gusta nada. Con su apariencia de madre superiora, no parece muy apropiada para representar los misterios femeninos de este naipe.
  • En cambio, los Enamorados me parece una carta llena de sensualidad, que además cuenta con el detalle de mostrar unas flores, las calas, que son muy eróticas en sí mismas.
  • La Fuerza es poderosa y la Muerte es interesante, porque aúna el concepto clásico del Tarot de Marsella con la rosa blanca del Rider-Waite. Tras ella, el río del no-retorno y las aves que anticipan el desmembramiento de los cuerpos de los fallecidos. Una carta bien lograda, que expone bien a las claras lo que es la muerte, tanto desde el punto de vista realista como simbólico.
  • El Diablo es otra carta muy bien construida, ya que muestra sólo la cara del personaje, con una estrella invertida sobre él y una mosca que nos recuerda que él es el “Señor de las Moscas”.
  • Las caras del Sol y del Juicio me parecen también muy interesantes. La primera muestra a dos gemelos, mujer y varón, que se miran mutuamente. Y la segunda habla del renacimiento de una familia que, exultante, sale de sus tumbas ante la llamada de la trompeta.

Los arcanos mayores se dividen en Bastones (Rods), Copas, Espadas y Pentáculos. Las figuras cortesanas son Paje, Caballero, Reina y Rey.

Los menores siguen el esquema simbólico del Rider-Waite, pero con diseños más atrevidos, más interesantes. El 9 de Espadas es diferente a lo que estamos acostumbrados, y parece representar la necesidad de liberarnos de las ataduras de la mente. El 9 de Oros representa a una mujer de rasgos exóticos, muy atractiva. Pero por encima de todos los arcanos menores, destaco a la Reina de Espadas. La mejor de todos los tarots que conozco.

El reverso de las cartas presenta un patrón estrellado muy bonito, aunque no admite el uso de invertidas, y el cartón es de buena calidad. Las cartas miden 60 x 103 mm. aproximadamente.

En general, estamos ante un mazo de cartas que, no por conocido, deja de sorprendernos cuando lo revisitamos. Su uso más evidente es en la consulta, ya que contiene diseños que son muy fáciles de entender y que dan juego a un diálogo entre tarotista y cliente. Por supuesto, se puede meditar con ellas, e incluso hacer trabajos de visualización. Son cartas en las que es muy fácil “meterse dentro”. No puede faltar en cualquier colección, más allá de que su estética sea más o menos agradable para algunas personas. Sin duda, un imprescindible.

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