La carta que puede representar la avaricia es el Cuatro de Oros
Esta carta ilustra el apego a lo material, el temor a perder lo que se tiene y la incapacidad de compartir. Representa la creencia de que la seguridad está en acumular bienes, cerrándonos emocionalmente. La avaricia genera una sensación de aislamiento, pues lo que se atesora nos termina poseyendo. Es el deseo desmedido de acumular bienes materiales, sin importar las necesidades de los demás.
Carta de la generosidad viene representada por el Seis de Oros
Esta carta nos habla del equilibrio entre dar y recibir, del acto de compartir sin esperar nada a cambio. Refleja la abundancia que fluye cuando dejamos de aferrarnos a lo material. Nos impulsa a compartir con los demás lo que tenemos, incluso cuando no nos sobra.
Practicar la generosidad no solo beneficia a los demás, sino que nos libera de las cadenas de la posesión.
Podemos expiar este pecado estableciendo un hábito de donación regular, ya sea dinero, tiempo o talentos. Valorar más las relaciones humanas que las posesiones materiales.
Practicar el desapego, reflexionando sobre lo que realmente necesitamos.