…Ella sintió miles de semillas danzando en el interior de su ser, pero solo una pidió cobijo diciéndole:
No quiero ser una más que se pierda en el silencio de tu vientre, yo quiero ser tu Mundo, madre.
Quiero ser la preferida.
La que
protege el destino.
La que alimenten tus pechos.
La que abracen tus brazos cansados.
La que besen tus labios dormidos…
Yo quiero ser algo más, madre.
Aquella que te despierte de un sueño a la vez que te los quita.
Aquella que te haga luchar sin miedo ante cualquier fiera.
Aquella que te haga sentir cosas que jamás imaginaste.
Hazme florecer madre y, seré la culminación de tu mejor obra.
Hazme florecer… que encerrada aquí, muero en la oscuridad siendo invisible.