Un Tarot único, inspirado, creativo, misterioso y mágico.
Creador: Nigel Jackson.
Hay dos noticias acerca de este tarot, una buena y otra mala. La buena es que es una obra de arte que merece ser disfrutada y estudiada a fondo. La mala es que actualmente se encuentra descatalogado y no resulta fácil de encontrar.
No soy neutral a la hora de enjuiciar este Tarot, porque soy un seguidor de toda la obra de Nigel Jakson, y porque este Tarot es uno de esos que, literalmente, «habla». Personalmente lo siento como un ser viviente, con entidad propia. Casi podría decir que respira. Así que no es la típica obra de encargo que vemos en los catálogos de ciertas editoriales de Tarots. Aquí hay pasión y verdad. Hay magia auténtica.
No todos los días se puede disfrutar de la obra de un Maestro del tarot, uno de los pocos que pueden ser reconocidos con ese título. Nigel Jackson está a la altura de Crowley, Waite y otros grandes.
Ciertamente, los dibujos de este Tarot no son aptos para todos los gustos. Los personajes tienen rostros alienígenas de ojos rasgados. Algunas figuras poseen extrañas proporciones. Los caballos son, por decirlo amablemente, peculiares. Pero hay algo hipnótico en estas cartas que te obliga a mirarlas una y otra vez. La gama de colores acentúa ese encanto especial.
El Loco es un bufón de verdes ropajes, pero lleno de luz, y el palo en el que se apoya, es una horca. El Juglar (El Mago) es un prestidigitador. La Papisa viene acompañada por un pavo real, como Juno en otros tarots. La Rueda presenta a cuatro personajes que representan cuatro fases en el ascenso y la caída, todos ellos bajo el gobierno de una hilandera de ojos vendados.
La Muerte es, desde mi punto de vista, una de las mejores «muertes» de cualquier Tarot. Una carta de profundas raíces chamánicas: perturbadora, arrebatadora y hermosa. No es una Muerte bienqueda estilo «New Age». Es la Muerte de verdad.
La Templanza es alquímica. El Diablo emana un poder perturbador. La Estrella, en cambio, es equilibrada.
Y la Luna, la Luna da mucho miedo, amigos.
Cada palo del arcano menor tiene la atribución elemental inscrita en el As. Y es algo importante, porque las espadas simbolizan el fuego y los bastos (flechas), el aire. De manera sorprendente, las cartas numeradas siguen el esquema simbólico del Rider-Waite-Smith, pero con cambios que las hacen más interesantes. Así se combina la originalidad de este mazo con cierta facilidad para el aprendizaje. Cualquier persona conocedora del modelo RWS puede empezar a usarlas desde el primer momento.
El palo de espadas guarda algunas sorpresas de gran interés, como el dragón verde del 2, la belleza del viaje del 6 de espadas o el demonio femenino (súcubo) que atormenta a un hombre en el 9. A lo largo de este tarot, lo maligno, lo maravilloso y lo sorprendente, nos sale al paso a cada momento.
Las cartas tienen un tamaño grande, son muy anchas: 8,5 x 13 cm. El reverso admite lecturas invertidas. Además, el mazo viene acompañado de un librito donde el autor explica (demasiado brevemente) sus teorías acerca de la relación entre las cartas y el pensamiento pitagórico.
Este es un mazo que recomendaría a cualquier estudioso serio del tarot, así como a los coleccionistas que estén dispuestos a encontrarlo, lo que no es nada fácil. Para lecturas a terceros, quizás sea demasiado extraño y puede resultar desagradable para algunas personas sensibles. Pero aquellos que de verdad quieren conocer algo sorprendente, no pueden dejar de buscarlo. Todo este Tarot rezuma arte, inteligencia, magia y misterio. Está concebido por alguien que sabe, y sabe mucho.
Por cierto, Nigel Jackson nos va a regalar una nueva joya en mayo de este año, que se titulará Rose Tarot. Lo espero con impaciencia.
Copyright texto: Octavio Déniz.
Copyright ilustraciones: Llewellyn Worldwide (MN, USA).