Texto de: Rosa López (Seren Tarot)
Cada consulta es diferente y su buen desarrollo depende de varios factores, pero como tarotista y ante cualquier conducta del consultante, es bueno tener presentes las consideraciones que expongo a continuación, ya que marcarán la diferencia entre una buena o mala experiencia para el consultante y para ti.
- Una consulta de tarot se debe hacer de una forma optimista. Ser positivos es un requisito primordial para el éxito de la visita.
- Actúa siempre con cortesía y educación. Una sonrisa es el mejor camino para llegar a la persona que tienes delante.
- Establece límites. Recuerda que Hay un límite en que la tolerancia deja de ser virtud
- No discutas con el cliente. La única forma de salir ganando de una discusión es evitándola.
- No des por sentado que el consultante tiene tus conocimientos. Cuida que tu léxico sea el adecuado a cada ocasión.
- Sin dejar de ser honesto con el consultante, evita pronunciar palabras que puedan crear discordia.
- No trates al consultante como si fuera inferior a ti. La arrogancia que expresa una autoimagen de superioridad, tan solo demuestra la inferioridad de nuestros valores.
- Acepta los momentos de tristeza que pueda tener el consultante. Llorar puede ser un acto de limpieza emocional.
- Señala los posibles caminos que manifiesta una lectura, pero recuerda que es el consultante el que debe tomar las decisiones. Orienta, pero no aconsejes.
- Avisa al consultante que la sesión está terminando. Hacerlo te facilitara que la sesión resulte interminable.
- Cierra la consulta con un resumen de aquello más significativo que se ha dicho. Sacar una carta consejo al final y dársela al consultante si es posible, le ayudara a recordar la sesión de manera positiva
- Entre sesión y sesión con la misma persona es importante dejar pasar como mínimo un mes.
Y sólo puedes ser un buen tarotista si amas la vida lo suficiente como para traer a ella un poco más de música, un poco más de poesía, un poco más de baile.