La carta tradicional muestra, una figura femenina desnuda, con un pie dentro del agua y otro sobre la tierra. Vertiendo agua en ambas, simbolizando el flujo de la vida, la conexión entre lo consciente y lo inconsciente. Una estrella grande y brillante en el cielo, rodeada por siete estrellas más pequeñas. Un Ibis que se encuentra en un árbol cercano simbolizando la inspiración del alma. Esta carta es la promesa de renovación, guía espiritual, esperanza, y el poder de la inspiración que nos conecta con el cosmos.
En el Shuffle Tarot, se mantiene el paisaje básico y la estructura simbólica fundamental, pero con algunas diferencias relevantes, la figura sigue desnuda, en una postura similar, con un pie en el agua y otro sobre la tierra. Aparece un ánfora flotando en el agua, introduciendo un elemento de ligereza y misterio. Y con la otra ánfora se vierte el agua que cae sobre su cuerpo y fluye a través de la pierna, hacia el agua y la tierra, como en el RWS, enfatizando la conexión y el flujo. En el cabello, en lugar de una corona, lleva flores recogidas en un lateral, que dan un toque naturalista y orgánico.
En la mano izquierda, sostiene dos velas encendidas, similares a las del Mago, cruzadas en el puño, formando una cruz, con las llamas apuntando hacia el cielo y la tierra
El ánfora flotando, representa algo, que no está anclado ni controlado, simbolizando el potencial no tangible o las ideas en suspensión, como la posibilidad de que algo esté en transición, que las emociones, la esperanza o la inspiración no están completamente vertidas o manifestadas, sino que aún están en estado latente. A veces la inspiración y la esperanza no están fijas, sino en movimiento, en proceso de manifestarse.
Las dos velas cruzadas, son símbolos universales de luz, guía, conciencia y espiritualidad. Al estar cruzadas y sostenidas en puño, crean una imagen de equilibrio entre fuerzas opuestas, posiblemente entre el plano espiritual y material, o entre luz y sombra. Que las llamas apunten hacia arriba y hacia abajo refuerza la idea de conexión entre el cielo y la tierra, la inspiración divina y la acción terrenal. Como en la carta del Mago, se puede interpretar como una señal de poder creador consciente, pero esta vez más contenida y simbólica de un equilibrio maduro y para que esa esperanza sea sostenible.
Flores en el cabello, son un símbolo de naturaleza, belleza efímera y renacimiento. En este contexto, pueden señalar una conexión con el ciclo natural y la expresión de la esperanza y la inspiración, más allá de lo intelectual o lo puramente espiritual.
La banda color violeta, es un color ligado a la espiritualidad, la transmutación y la intuición. En muchas tradiciones, el violeta es el color asociado con el chakra corona, que conecta con la conciencia superior y la conexión espiritual. También representa la transformación, como un puente entre lo material y lo espiritual. La banda recorre todo el contorno de la espalda, sube por el brazo izquierdo, atraviesa la entrepierna y sale hacia la tierra. Esto simboliza un canal o flujo de energía que conecta el cuerpo, la tierra y el espíritu. El hecho de que pase por la entrepierna, un lugar de poder creativo y vital, indica la integración de la energía creativa con la conciencia espiritual. Que la banda salga hacia la tierra también reafirma la conexión con lo material, con la vida, con el aquí y ahora, como una línea de vida espiritual que sostiene y atraviesa el cuerpo de La Estrella. Su movimiento zigzagueante sugiere la dinámica y constante evolución del alma que atraviesa distintos planos de existencia.
Nos recuerda que la esperanza y la inspiración no son solo estados espirituales etéreos, sino que están profundamente conectados con nuestro cuerpo, nuestra energía vital y la tierra que pisamos.
