Apuntes sobre la historia del Tarot de Marsella

Apuntes sobre la historia del Tarot de Marsella

Haciendo caso a la evidencia que tenemos en este momento, podemos decir que el Tarot de Marsella no es de origen marsellés, sino que fue inventado en el norte de Italia en el siglo XV. Desde ahí, las cartas fueron introducidas en la zona sur de Francia gracias a la conquista del Piamonte en 1499 por parte de tropas francesas.

A partir de su origen italiano, las cartas sobrevivieron en Francia y Suiza durante un tiempo, siendo reintroducidas en Italia con posterioridad.

Desde el siglo XIV hasta finales del XIX, lo que hoy conocemos como «Tarot de Marsella» carecía de dicho nombre, siendo denominado, de forma genérica, «Tarot». La primera mención a esta denominación aparece en 1899 en el libro de Papus «El Tarot de los Bohemios».

En 1930, el estudioso Paul Marteau usó esta denominación para referirse a diversos diseños muy similares entre sí, creados por diversos editores ubicados en torno a la ciudad francesa. De este modo, la denominación se hizo común y así ha llegado a nuestros días.

Algunos de estos tarots marselleses, que son la base del actual tarot de ese nombre, se listan a continuación:

  1. Jean Noblet (hacia 1650). Sólo existe un ejemplar incompleto de este tarot. Una de sus peculiaridades es que el arcano número XIII lleva el nombre de LAMORT (La Muerte).
  2. Jean Payen. La familia Payen consta de varias generaciones de creadores de cartas residentes en Marsella y Avignon. Algunos de sus miembros y las fechas de edición de sus mazos son Jean Payen el Viejo (finales del siglo XVII), Jean-Pierre Payen (1713) y Jean Payen el Joven (1743).
  3. Jean Dodal (hacia 1701-1715) de la ciudad de Lyon, que creó un tarot basado en el modelo de Payen el Viejo.
  4. François Bourlion (1760).
  5. Nicolas Conver (1760), tarot del que hablaremos a continuación.

El Tarot de Conver (1760) es de suma importancia, pues es la base de algunas de las reproducciones más conocidas en la actualidad. Uno de los Tarots que se consideran precursores del de Conver es el de François Chosson, cuya datación se presta a discusiones, aunque según algunos autores, se remonta a 1672.

Las cartas de Conver están diseñadas en torno a una paleta de color muy amplia, que comprende los siguientes tonos:

  1. negro
  2. azul oscuro
  3. celeste
  4. verde
  5. rosado
  6. amarillo
  7. rojo

Las primeras cartas de este tarot se imprimían en pliegos de gran tamaño, usando bloques con trazos de negro sobre fondo blanco, para lo que se empleaban moldes de madera. Una vez impresas, las cartas eran pintadas una por una a mano, usando acuarelas. Posteriormente, cada carta era recortada del pliego original obteniendo así un naipe individual.

La impresión con bloques de madera tiene la ventaja de emplear un molde fácil de grabar, pero la desventaja es que este molde se desgasta rápidamente con el uso. Esto hace que las copias finales de un molde sean de inferior calidad a las que se realizan al principio de su vida útil. Si a esto sumamos que la pintura a mano está sujeta a errores, tenemos como resultado una cierta diversidad en la producción de las barajas dentro de un mismo taller.

Probablemente el Tarot que sirvió de base a las especulaciones de Antoine Court de Gébelin fue un tarot de Conver, y seguramente este mazo se convirtió en el modelo de otras cartas como en el caso de Etteilla y seguidores.

Hasta 1880, el sistema de impresión de las cartas no sufrió ninguna variación, excepto en la tonalidad de algunos colores y debido al desgaste de los moldes con el paso del tiempo, que fue borrando algunos detalles originales.

En ese año de 1880, la casa Conver, ya convertida en casa Camoin, rediseñó las cartas y las imprimió con los sistemas de la época, que permitían añadir el color de modo automático. Ahora bien, debido a las limitaciones de las máquinas de impresión, el resultado fue que se redujo el número de colores de la edición original.

En 1930, Paul Marteau, propietario de la casa Grimaud, tomó como modelo el tarot de Camoin de colores reducidos para crear el Tarot de Marsella más conocido en la actualidad. En esta edición se redujo aún más la paleta de color, quedando limitados prácticamente al negro, azul, amarillo y rojo.

Uno de los tarots derivados de Conver es el de Camoin y Jodorowsky, editado en 1998. Ambos autores han pretendido realizar una «restauración» del tarot original, analizando diversos diseños y añadiendo detalles que no existen en ninguno de ellos. El Tarot de Camoin-Jodorowsky presenta un esquema de colores similar al original de Conver.

Archivos